Bitcoin
cayó alrededor de un -20%, sin embargo, al igual que el resto de los mercados
su recuperación fue casi inmediata, eliminando cualquier pérdida en un par de
días al subir un 25%
El 5 de
agosto pasado, el índice NIKKEI 225 de Tokyo sufrió lo que parecía ser su peor
caída en la historia al desplomarse un -12,4% luego del fin de semana. Al
venirse abajo el llamado carry trade sobre el yen japonés, donde traders piden
prestado yenes con una tasa de interés más barata para adquirir divisas o
activos en otras partes, sus efectos se sintieron rápidamente en todo los
mercados a nivel mundial. Bitcoin no fue la excepción.
Bitcoin
cayó alrededor de un -20%, sin embargo, al igual que el resto de los mercados
su recuperación fue casi inmediata, eliminando cualquier pérdida en un par de
días al subir un 25%. Estos eventos resaltan la volatilidad que ha
caracterizado y ha hecho de Bitcoin un bien sumamente atractivo desde hace una
década, tanto para las personas, como para entidades de la talla de BlackRock
mediante su ETF, a partir de este año.
Aunque
noticias como esta puedan causar revuelo en el mercado, durante esta breve
caída, los
ETFs de
Estados Unidos no registraron ventas extraordinarias. Al contrario, el ETF de
BlackRock
(IBIT)
sumó casi 4.000 BTC en entradas. Igualmente, varias “ballenas” de Bitcoin
aprovecharon
esta
oportunidad para comprar más Bitcoin.
Esta
ruptura temporal del mercado japonés ilustra el sentimiento general hacia
Bitcoin en 2024, donde la volatilidad a corto plazo es incapaz de contrarrestar
la demanda general por esos escasos 450 BTC que son minados diariamente.
Mientras los mercados tradicionales penden de posibles incrementos o recortes a
las tasas de interés de la Reserva Federal, Bitcoin siempre conserva su faceta
de oro digital intacta.
En
efecto, si bien ha quedado demostrada la influencia de factores como el carry
trade japonés sobre Wall Street, un escenario bajista que restrinja la entrada
de dinero a la bolsa norteamericana y haga a los inversionistas volcarse al oro
terminaría favoreciendo a Bitcoin. Igualmente, si la Reserva Federal opta por
subir las tasas de interés, se vislumbraría un proceso de impresión de dinero
similar al que dio lugar al mercado alcista de 2020-2021.
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Los
hechos que primordialmente darían lugar a un nuevo mercado alcista para Bitcoin
en 2024 y 2025 se mantienen inalterados: enormes cantidades de capital
esperando ser dirigidas a un activo distinto a las acciones de Wall Street, la
creciente e indetenible deuda de los Estados Unidos, instituciones como Goldman
Sachs apostando por ETFs de Bitcoin y altos niveles de inflación a nivel
global.
Todo
esto sin considerar hechos intrínsecos a Bitcoin. Recién hemos visto cómo el
mercado absorbió casi 3.000 millones de dólares en Bitcoin previamente
confiscados por el gobierno alemán. Tradicionalmente, incluso el halving de
Bitcoin (20 de abril de 2024) contribuye al alza del precio varios meses o al
año siguiente después haberse reducido a la mitad la oferta de nuevos Bitcoin
que entran al mercado.