REIKIAVIK, Islandia — Cerca del puerto en la capital de Islandia, Reikiavik, hay un moderno edificio de oficinas conocido como el hogar de la Faloteca Nacional de Islandia, museo que exhibe 320 especímenes de penes de mamíferos.
Sin embargo, entre quienes se dedican a rastrear delitos cibernéticos, ese edificio también tiene la reputación de ser un refugio virtual en el extranjero para algunos de los peores delincuentes del mundo especializados en el robo de identidad, el cibersecuestro de datos, la desinformación, el fraude y otras conductas maliciosas.
Eso se debe a que la dirección del museo, Kalkofnsvegur 2, también es la dirección registrada de la empresa Withheld for Privacy, que forma parte de una industria floreciente con muy poca regulación en Islandia y en el resto del mundo cuyos servicios les permiten ocultar su identidad a las personas que operan sitios en línea.
Si bien esta práctica es común entre los propietarios de sitios web que desean protegerse de acciones de acoso o de correo basura, también ha ayudado a otros a ocultar su rastro de la mirada de las reguladoras, los cuerpos policiales y sus víctimas.
Withheld for Privacy y otras empresas que ofrecen servidores “proxy”, intermediarios o de reenvío para administrar el tráfico en internet, han convertido a Islandia en un centro global de actividad ilícita de dimensiones desproporcionadas para el tamaño del país.
La empresa, creada en 2021 por Namecheap, una de las mayores proveedoras del mundo de sitios web, en realidad ha protegido a miles de sitios de internet sospechosos. Incluso las autoridades locales afirman que han intentado, sin éxito, ponerse en contacto con los representantes de la empresa cuando han surgido problemas.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Syracuse que estudian la publicidad política engañosa en Facebook e Instagram descubrieron el museo de penes cuando intentaban rastrear a los propietarios de un sitio web que invirtió 1,3 millones de dólares en anuncios fraudulentos dirigidos a partidarios del expresidente Donald Trump.