Desarrollar y acompañar el crecimiento de proyectos es algo que a Gastón Parisier le resulta apasionante. El empresario argentino de 39 años -que fue reconocido como una de las Promesas de Forbes Argentina en 2017- tiene el ADN emprendedor en la sangre. Es hijo de Guido Parisier, exdueño del hotel Hermitage, exproductor cinematográfico e innovador serial; y Mónica, presidenta de la filial local de Make a Wish, entidad que busca cumplir los deseos de niños y niñas con enfermedades graves. Ingeniero Industrial recibido en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) con una especialización en Finanzas, y mago por vocación, fundó y dirige a la compañía de experiencias Bigbox y es confundador de FlyBondi, una idea que nació en su tesis universitaria.
"Siempre estoy mirando emprendedores, nuevos proyectos que estén llevando adelante jóvenes talentosos; y lo de Franco Colapinto fue parte de esa visión" , rememora Parisier. En enero de 2024, recibió un llamado de María Catarineu, la manager de Franco Colapinto. Estaban buscando patrocinadores para Fórmula 2. Parisier no sabía nada de automovilismo. "Estaba en Madrid y quedamos en encontrarnos en un restaurante. Hay muchas cosas que se dan en la vida porque estás en el lugar correcto en el momento justo", recuerda. Desde el primer momento que conoció a Franco, sintió que estaba frente a un soñador apasionado. "Me cautivó su esencia, su pasión e hice un poco los deberes: viajé a la primera carrera del año en Bahrein en Fórmula 2 para entender de qué se trataba. Me vibró la piel y me apasioné del primer momento", cuenta. Y añade: "Como emprendedor del mundo de las experiencias sentí que había vivido la experiencia más apasionante de mi vida. Fue un antes y un después" .
No dudó en subirse al proyecto. Desde entonces, Parisier -que vive cuatro meses en Madrid, seis en Argentina y dos visitando las operaciones de Bigbox en América latina- viajó a los circuitos de Bahrein, Imola, Mónaco, Monza, Budapest y Silverstone y destinó parte de su tiempo a acercar a Colapinto a empresas argentinas y de la región. "Puertas adentro de Bigbox no estaban muy contentos", cuenta, entre risas, por el tiempo que le dedicó al proyecto Colapinto. Su empresa de experiencias tiene presencia en Uruguay, Chile, Perú, México, Colombia -este último de forma remota, aunque planea desembarcar en los próximos meses- y de manera incipiente en España. "La Fórmula 1 es un producto totalmente global y tiene carreras muy importantes en América latina. Tener la posibilidad de llevar clientes a que vivan la experiencia o hacer meet and greet con Franco es una muy buena oportunidad" , asegura.