Cuando se trata de diseño de logotipos, los expertos en el campo tienen mucho que sugerir. Dicen que tu logo debe aspirar a ser icónico, distintivo, atemporal, atractivo, memorable y más. Todo esto está muy bien, pero como muestran tres ejemplos recientes en las noticias —FIFA, BAC Consulting y Safe Superintelligence—, la apariencia de tu logo, los valores que proyecta y si funciona en una bolsa tote pueden ser menos importantes que el simple hecho de que tengas uno.
El Mundial de Clubes de la FIFA 2025, un torneo de fútbol que contará con 32 de los mejores equipos del mundo y que se jugará en Estados Unidos el próximo verano, ha sido notable principalmente por el misterio y la controversia que lo rodean. A menos de un año de su celebración, los detalles sobre el torneo han sido relativamente escasos. Las ciudades donde se llevará a cabo se anunciaron recientemente y aún no está claro cómo se transmitirá. La ampliación del torneo, que antes contaba con solo siete equipos, ha generado críticas, ya que muchos consideran que la carga de trabajo impuesta a los mejores jugadores del mundo se está volviendo insostenible.
Así que, cuando la FIFA presentó el logo de la competición el mes pasado, el diseño real del emblema —las iniciales “CWC” forzadas en formas que aproximan vagamente el contorno de un balón de fútbol, rodeando un vacío extraño— fue secundario al hecho de que el torneo tenía un logo. Claro, el símbolo fue objeto de las habituales quejas y burlas en las redes sociales, pero la mera existencia de un logo hizo que el torneo pareciera, en cierto sentido, menos confuso y más real, como algo que realmente está sucediendo.
Otro ejemplo notable de cómo los logotipos otorgan credibilidad a una marca surgió en septiembre. Las explosiones simultáneas de miles de bípers pertenecientes a afiliados de Hezbollah en el Líbano el mes pasado plantearon muchas preguntas que aún no tienen respuesta. Al momento de escribir esto, no está claro si BAC Consulting, la empresa con sede en Budapest a la que se han vinculado los bípers saboteados, es una entidad legítima o tal vez un producto de operaciones de espionaje israelí.