Para muchas de las aproximadamente 33,2 millones de pequeñas empresas que operan en Estados Unidos, encontrar maneras de crecer y expandirse es todo un reto. Muchas compañías tienen un flujo de caja limitado o irregular. Si bien mantener las operaciones puede ser relativamente sencillo, la falta de acceso a fondos en momentos críticos puede dificultar el aprovechamiento de oportunidades, frenando así la capacidad de crecimiento de una pequeña empresa. Por ello, muchas consideran la posibilidad de obtener una línea de crédito comercial para aumentar su acceso a fondos.
Definición de línea de crédito comercial
Una línea de crédito comercial es un producto financiero que funciona de forma similar a una tarjeta de crédito. Una vez aprobada, a una pequeña empresa se le asigna un límite de crédito que representa la cantidad máxima de dinero que puede solicitar. A diferencia de un préstamo para pequeñas empresas, los fondos no se entregan en un solo pago. En cambio, las empresas pueden usar la línea de crédito total o parcialmente según lo necesiten.
Una vez que la pequeña empresa obtiene un préstamo de la línea de crédito, deberá realizar pagos mensuales para cubrir el capital prestado y los intereses. Las tasas de interés pueden variar, generalmente entre el 8 % y el 60 % , aunque algunas pueden tener tasas anuales equivalentes (TAE) más altas.
Características clave de las líneas de crédito comerciales
En general, la característica principal de una línea de crédito comercial es que se trata de una cuenta rotativa, similar a una tarjeta de crédito. Tras disponer de una cantidad, se requieren pagos mensuales. Después de cada pago —es decir, cuando ya no se dispone de más fondos— el capital se reduce.
Las pequeñas empresas pueden volver a solicitar préstamos a medida que amortizan el capital. Por ejemplo, si la línea de crédito es de $10,000 y la empresa utiliza $9,500, le quedan $500 de crédito disponible. Sin embargo, si realiza un pago que reduce el capital en $500 —dejando el saldo pendiente de $9,000—, podrá solicitar hasta $1,000 adicionales según el saldo restante de la línea de crédito.
Además, los intereses se calculan únicamente sobre el monto utilizado, no sobre el total de la línea de crédito. Por ejemplo, si la empresa tiene una línea de crédito de $10,000 pero solo utiliza $5,000, los intereses se calculan únicamente sobre los $5,000 utilizados.
Tradicionalmente, los tipos de interés de las líneas de crédito empresariales son variables, no fijos. Por consiguiente, las variaciones del tipo de interés preferencial —que gestiona la Reserva Federal— pueden provocar que la TAE aumente o disminuya, generalmente en función de la evolución de los factores económicos.
¿Para qué se puede usar?
Por lo general, las empresas pueden usar una línea de crédito comercial para cualquier necesidad financiera legítima relacionada con el negocio. Esto incluye gastos operativos corrientes como suministros, nómina e inventario. Además, las pequeñas empresas pueden usar los fondos para la compra, actualización, reparación o mantenimiento de equipos.
Por lo general, la única restricción de una línea de crédito comercial es que los fondos solo pueden utilizarse para apoyar a la empresa. No está permitido usar una línea de crédito comercial para compras o gastos personales.
Consejos para elegir un prestamista
Si le interesa una línea de crédito comercial, es importante elegir cuidadosamente a su prestamista. Además de examinar las tasas de interés disponibles, considere la reputación del prestamista, especialmente en lo que respecta al servicio al cliente. Asimismo, revise los plazos de pago y la estructura de comisiones de la empresa, ya que ambos factores influyen significativamente en su experiencia general.
